¿Se puede congelar un jamón?
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No os ha pasado que en alguna ocasión has empezado un jamón para un evento especial, como puede ser en una fiesta, las navidades,… o directamente os han regalado un jamón el cuál no tenemos intención de empezar en un principio. Ante estas circunstancias se nos presenta la duda: ¿se puede congelar el jamón?
¿Se puede congelar el jamón serrano?
Cuando hablamos de congelación, desde un punto de vista nutricional, es uno de los métodos más eficaces ya que modifica menos el producto en sí, ya que puede mantener de una forma más eficaz las grasas y las proteínas.
Habrá personas que pensarán que aunque se puede congelar el jamón serrano, es un sacrilegio debido a que dicen que el jamón pierde su textura, sabor y su color natural.
Primero tenemos que tener en cuenta que la congelación de una pieza entera de jamón es algo que resulta casi imposible, debido a que no todo el mundo posee congeladores industriales, es por ello que una gran opción es que “lonchees” la pieza de jamón y a partir de ahí procedas a su congelación, y si es al vacío incluso mejor.
Consejos para congelar el jamón
Si lo que buscamos es congelar el jamón de verdad, lo primero y más importante es mantener una buena higiene de nuestro congelador, si, que esté limpio.
Buscaremos una temperatura que ronde los -20 y los -18 grados como mínimo, si la temperatura es menor que eso no hay problema, se mantendrían sus propiedades lo más intactas posibles. Un aspecto que tenemos que tener en cuenta es el momento en el que vamos a congelar el jamón, es decir, si queremos congelar el jamón tenemos que hacerlo cuando esté en óptimas condiciones, no cuando está ya para dos días más. Esto lo decimos porque si congelamos el jamón cuando está en condiciones no óptimas la congelación potenciará estas condiciones, haciendo que el jamón cuando se descongele el producto no aguante.
En resumen, nuestro jamón tiene que tener un estado de curación óptimo, como si no lo fuéramos a comer en ese mismo instante. Otro aspecto que también puede afectar es la acumulación de agua, ya que en el proceso de congelación del jamón se formarán cristalitos que afectarán a la calidad del producto.
Y ahora, ¿qué hacer en el proceso de descongelación?
En un principio tenemos que tener en cuenta que el jamón se tiene que quedar a una temperatura ambiente, el proceso tiene que ser natural, es decir, no queramos tomar atajos para descongelarlo antes, como puede ser meterlo en el microondas. El jamón para que se descongele de forma natural tendremos que esperar en torno a unas 24/48 horas.
Una vez que veamos que ya se ha descongelado, tendremos que sacarlo del plástico donde estaba, todo ello para que se oxigene y una vez que esté a temperatura ambiente, lo podremos consumir.
Pero, ¿existen otras alternativas a la congelación del jamón?
Estás de enhorabuena porque la respuesta es sí, existe la alternativa de envasar el jamón al vacío y meterlo en el frigorífico. Esta es una opción que es muy recomendable ya que aquí el jamón mantiene sus propiedades organolépticas, algo que no pasa cuando lo congelamos.
Desde La Despensa de Luis Blanco, os podemos decir desde nuestro punto de vista que sólo conserves el jamón cuando sea imprescindible, es decir, para la toxoplasmosis y las embarazadas. Es preferible tener el jamon envasado al vacío ya que se produce una mejor conservación de sus propiedades.